Reproducir vídeo

Cocina en dos alturas

El reto de este espacio era adaptarse a las dos alturas ya existentes en esta vivienda. El cliente buscaba un espacio único abierto al salón pero a la vez diferenciando zonas; por ello hemos creado 3 ambientes distribuidos de la siguiente forma: uno más amplio dedicado al cocinado y preparación de alimentos, otro en la parte alta con mesa y sillas para comer, y por último una zona de tapeo y tertulia en la amplia isla que ocupa la zona central.

La conexión visual con el resto de la casa, incluido el jardín, dotan a este espacio de unas características diferentes al resto de cocinas tradicionales, desde el acceso principal la cocina te recibe y te acoge como primera estancia. Así mismo, desde la cocina divisas la zona verde y el exterior, lo cual aporta luz natural de norte y de sur según las horas del día. Es todo un lujo poder decidir en qué parte te sientas en función de la luz, orientación o temperatura que desees.

En cuanto al programa, cumple con todos los requerimientos de usos y almacenaje: nevera integrada de gran capacidad, junto a ella se sitúa un armario “desayunero” que guarda el microondas, cafetera, tostador, …y en la parte baja de la isla encontramos el horno y lavavajillas en la zona más privada y vinoteca en la parte más pública que a su vez es la más estética.

Gracias a la gran diversidad de materiales, colores y texturas que ofrece FACCE, la decisión fue difícil pero al final el cliente optó por un negro mate lacado mezclado en algunas partes concretas con madera de roble claro en un tono muy similar al suelo clásico de madera maciza en espiga que se había recuperado de la antigua vivienda. Todo un ejercicio de armonía y estética que acompaña a la función no menos importante en una estancia tan necesaria y útil como lo es una cocina.